Desde mi experiencia personal, te cuento que el camino hacia el fortalecimiento de mi autoestima ha sido difícil; porque primero, tuve que aceptarme desde niño tal cual era con mi discapacidad física de luxación de caderas y segundo, no dejar que las opiniones de los demás me afectaran emocionalmente. Superar todo ese período desde mi infancia hasta mi adolescencia, incluso hasta el día de hoy, me ha permitido recorrer mi camino de vida con mucha mayor convicción para alcanzar los logros deseados.
Es de conocimiento que la autoestima se desarrolla y fortalece durante la mayor parte de nuestra vida; debido a diversos factores que intervienen, como son el contexto de nuestro entorno en donde influyen las opiniones hacia nosotros de las personas que nos rodean, así como las creencias que puedan existir en nuestra mente; es por eso que muchas veces sucede que, cuando las circunstancias son favorables nos ayudan a la valoración positiva que hagamos sobre nosotros mismos y por el contrario si las circunstancias son desfavorables, y no se está lo suficientemente preparada o preparado para afrontarlas, nos limitan, ocasionándose una baja autoestima.
Se debe trabajar día a día en fortalecer nuestra mente, cuidándola de que no esté centrada en un entorno negativo donde muchas veces se crea dependencia de las opiniones de los demás e ir también dejando de lado aquellas creencias limitantes como por ejemplo el ¡Yo no puedo!... ¡No soy capaz!... ¡No me atrevo!; para cuando te toque atravesar situaciones adversas seas una persona preparada y siempre tomes la decisión de pensar de una manera más constructiva y positiva para poder alcanzar los objetivos o lo que te propongas en tu vida.
La idea principal de este tema independientemente de las definiciones y opiniones que existen sobre la autoestima y que puedes encontrar en distintos medios; es invitarte a reflexionar que, si has atravesado o estás atravesando circunstancias adversas y que están afectando tu autoestima, sepas que no eres la única persona que le sucede esto y que le toca sufrir en algún momento de su vida.
Muchas de las personas que se han puesto de pie –como es mi caso también, es porque tomaron la decisión de hacer su propósito de vida y sus sueños más grandes que cualquier valoración negativa de los demás; es así como han vuelto a creer en el gran valor que tienen como seres humanos, no dejando que ninguna otra persona las manipule o menosprecie a su antojo, y además se han permitido volverse a amar sin medida, para poder dejar espacio a quienes verdaderamente tengan toda la buena voluntad de valorar sus virtudes y respetar su libertad interior.
Hace ya varios años durante mi niñez recuerdo muchos ataques verbales por mi discapacidad; cuando otros niños propios de su ignorancia o inadecuada formación dentro de su entorno me llamaban cojo, inválido, cuatro patas, inútil, discapacitado, entre otros calificativos, que en su momento sonaban muy ofensivos para mí y afectaban mi autoestima. Con el correr de los años fui creciendo y dándome cuenta de que todos esos prejuicios dentro de una sociedad poco humanizada no deberían afectarme en gran medida, ya que no era yo el problema de la falta o poca empatía de los demás. Hoy, como es el término correcto me pueden llamar persona con discapacidad, es decir una persona como cualquier otra, por encima de cualquier otro calificativo adicional.
Durante ese período de transición entre mi niñez y posterior adolescencia, tuvo un gran valor para mí, el apoyo de mi familia, principalmente el de mi madre para poder comprender mejor las cosas y darme cuenta del verdadero valor que tengo como ser humano por encima de cualquier discapacidad; es así como tomé conciencia de mi real capacidad como persona y empecé a valorar todas aquellas palabras positivas de las personas que suman en mi vida y tratar de poner a prueba mi capacidad de empatía con todas aquellas personas que han actuado o actúan de una u otra manera negativa en ella.
Por eso hoy te digo que, desde mi experiencia personal, centrándote en el lado positivo de las personas y teniendo mayor capacidad de empatía; tú también tienes la oportunidad de tomar la decisión e invertir tu tiempo en respetarte, valorarte y amarte más, fortaleciendo así, tu autoestima. No permitas que nada ni nadie te encadene emocionalmente en contra de tu voluntad y termines renunciando a la enorme satisfacción de aprendizaje y crecimiento personal que te da el ponerte de pie –si aún no lo has hecho e ir tras tus sueños; claro está, de manera paciente y con un nivel alto de aceptación propia, sabiendo que cada día tenemos la oportunidad de evolucionar como persona muy por encima de nuestras virtudes y defectos con que cuenta todo ser humano.
Recuerda que, el camino hacia tu grandeza interior estará marcado por sacarle provecho a las experiencias del pasado, y saberlas utilizar en el presente para ayudarte y ayudar a los demás a fortalecer la autoestima.
Para finalizar recuerda que:
¡Eres un ser grandioso creado para amar, pero sobre todo para amarte a ti mismo!
¡Eres un ser maravilloso y extraordinario!
¡Eres un ser destinado al éxito!… ¡Así que, levántate y triunfa!
Autor: Ronald Perzcob
Fundador y Director de MotivAcción al Máximo
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